sábado, 25 de abril de 2015

Muffins de arándanos






Hola

Aquí estoy de nuevo con la receta dulce de la semana. Hoy os traigo una muy sencilla, que no requiere ni de aparatos (ni siquiera de batidora) ni de ingredientes complicados pues, si bien yo la he hecho con arándanos, que quizás no todos tengáis al alcance lo cierto es que los podéis sustituir por lo que queráis: trocitos de alguna fruta como manzana, de chocolate o frutos secos como nueces, pasas...

Estos arándanos los he comprado en un supermercado, donde los frutos secos, y los he puesto en remojo media hora antes de empezar para que se hidraten un poco y luego resulten más jugosos en la boca.

Mucha gente se pregunta la diferencia entre un muffin y una magdalena, de hecho algunos discuten que es lo mismo, pero no, no lo es. La diferencia básica, para mi y desde el punto de vista de la preparación, que es donde tengo experiencia, está en la cantidad de líquido que llevan ambos y en la forma de prepararlos.

Las magdalenas llevan más componente líquido (huevos, mantequilla o aceite, leche o nata) mientras que los muffins son más secos y mientras que a las primeras se les mete mucho aire en el batido para que suban y queden esponjosas, los segundos apenas tienen burbujas, no suben y son más "consistentes" por así decirlo.

Además de esta diferencia luego está el tema del sabor y es que la magdalena apenas lleva un aroma (ralladura de limón o naranja) y los muffins suelen tener frutas, frutos secos, yogur... lo que los hacen mucho más que una "simple" magdalena para mojar en el café y pueden ser una estupenda merienda acompañados de un zumo o un te.

Para hacerlos necesitaremos:

  • 50 gr de mantequilla 
  • 260 gr de harina de repostería
  • 1 cucharadira de levadura química (tipo royal)
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1 huevo
  • 100 gr de azúcar blanquilla
  • 200 ml de yogur natural 
  • 1/2 cucharada de esencia de vainilla o de azúcar vainillado
  • ralladura de una naranja
  • 125 gr de arándanos

 Vamos con la preparación:
  1. En primer lugar ponemos a calentar el horno a 180º y colocamos los papeles de los muffins en los moldes.
  2. Derretimos la mantequilla al microondas y la dejamos templar.
  3. En un bol grande juntamos harina, levadura, bicarbonato y sal.
  4. En otro bol batimos a mano el huevo con el azúcar.
  5. Añadimos el yogur, la vainilla y la ralladura de naranja y por último la mantequilla derretida.
  6. Vertemos esta mezlca en el bol con la harina y mezclamos con una espátula.
  7. Por último echamos los arándanos escurridos y mezclamos bien.
  8. Vertemos la mezcla en los moldes y horneamos 20-25 minutos con calor arriba y abajo.


Con estas cantidades yo hago 6 muffins grandotes o 12 más pequeños, como para papelillos de magdalena.
En este caso he usado unos papeles sulfurizados (regalazo de mi hermana junto con miles de cosas más para estos menesteres que ya iréis viendo) que vienen ya preformados pero podéis hacerlo vosotros con cuadrados de papel de horno de 14*14 cm que quedan iguales o como decía antes en cápsulas de las de magdalena. El sabor va a ser igual de rico!

Aprovecho que esta receta tiene mucha "cucharadita" para enseñaros las mías. En la repostería se habla mucho de estas medidas y a veces uno tiene dudas de si sus cucharadas, cucharaditas o medias cucharaditas serán sufiencientes, demasiado... para ello existen unas cucharas medidoras que vienen desde la cucharada al 1/4 de cucharadita y son ideales. Las mías, estas que veréis ahora, son de Tiger, apenas un par de euros, muy prácticas y duraderas. Así siempre estaremos seguros de estar echando la cantidad que realmente necesitamos: 



Me encantaría que os animáseis a hacerla este finde y me contárais


jueves, 23 de abril de 2015

Pollo Ras el Hanout




Hace unas semanas unos buenos amigos estuvieron en Marrakech de vacaciones y me trajeron (gracias!) un botecito con una mezca de especias y hierbas muy popular en la cocina marroquí que seguro que muchos conocéis. 
Se trata de Ras el Hanout, una mezcla de, según algunos, hasta 20 o 25 componentes diferentes que varía según la región o incluso según quien la haga ya que en muchos sitios es el propio comerciante quien hace su mezcla. De este modo no tenemos una receta sola sino múltiples variantes.
Buscando, buscando, encontré muchas formas de utilizarlas y varias de ellas me llamaron la atención como la opción de marinar brochetas y luego hacerlas en barbacoa o en una carmela, opción que no descarto para uno de estos fines de semana que comamos en la terraza.
Para hoy sin embargo he elegido una de pollo, que es lo que tenía en casa, y aquí os la traigo.


Necesitamos:
  • 1 pechuga de pollo
  • 1 cebolla mediana
  • jengibre fresco rallado o en polvo si no tenemos fresco
  • 1/2 vaso de vino blanco (yo he usado uno semi, pero podéis usar el que más os guste)
  • 1 cucharada sopera de mezcla Ras el Hanout
Vamos con la preparación que ya veréis que sencilla es:

  1. En primer lugar trocearemos la pechuga de pollo en dados de un bocadito para que sea cómodo de comer. Reservamos.
  2. Picamos la cebolla muy fina y la ponemos a pochar en una sartén con un par de cucharadas de aceite de oliva V.E.
  3. Rallamos el jengibre sobre la cebolla y dejamos al fuego, removiendo de vez en cuando.
  4. Cuando veamos la cebolla bien pochada (es decir, que pierda el color blanco y esté más transparente) añadimos el pollo  a fuego medio y esperamos a que empiece a dorarse por todos lados.
  5. Añadimos a la sartén la mezcla de especias y le damos vueltas para que todo el pollo y la cebolla se impregnen bien del aroma de las especias.
  6. Por último vertemos el vino y removemos antes de tapar un poco y dejar que se cocine durante unos 20 minutos.
  7. Acompañar de arroz blanco, cuscús o verduras según nos guste.

Como véis en la foto he acompañado el pollo de un sencillo cuscús, me parecía lo más propio, pero seguro que con arroz blanco tipo basmati o incluso con verduras puede quedar de maravilla.
Ahora estaréis pensando alguno que de donde vais a sacar esa mezcla si no viajáis en breve vosotros ni nadie de vuestro entorno... pues tengo una buena noticia. En mi peripecia buscando recetas encontré la página web Cocinista que tiene una receta para hacer la mezcla en casa, que quizás no sea tan pura y tan divinamente aromática como la que tengo yo pero os sacará de este apuro de querer cocinar este plato tan rico! También lo venden en algunas grandes superficies, supongo que depende de las ciudadades y la variedad que tengan de productos internacionales y al igual que os comentaba antes, quizás no sea tan pura y fresca pero servirá para ir haciendo boca!
 

Espero vuestros comentarios!

sábado, 18 de abril de 2015

Tiramisú




Hoy me salto la alternancia dulce-salado que yo misma me había impuesto con un mini motivo (he estado pachucha esta semana) pero contenta porque quienes me conocéis sabéis que me pierde el dulce!!
Anoche tenía una cena de amigos y llevé estos vasitos de Tiramisú que había visto en un blog al que me enganché hace tiempo y que nombraré mucho porque he hecho ya muchas recetas y salen todas bien. Se trata de La Cocina de Morilands donde si entras no sales sin hacerte una lista de "esto lo tengo que hacer" de tamaño descomunal, avisados estáis.

Vamos con la receta que para mí has sido la primera vez y no me ha resultado nada complicada aunque parezca algo larga por el reposo. Queda suave y a la vez intensa y no resulta pesada después de un almuerzo o cena..

Necesitaremos

Para el bizcocho:
  • 4 huevos
  • 120 gr de azúcar 
  • 1 cucharadita de vainilla (líquida o azúcar vainillado)
  • 120 gr de harina
  • 1 pizca de sal
Para la crema:
  • 500 ml de nata para montar muy fría
  • 130gr de azúcar
  • 5 yemas de huevo
  • 500 gr de queso mascarpone
  • 2 hojas de gelatina (o medio sobre si la tenéis en polvo)
Para lo demás:
  • 400 ml de café cargadito
  • 2 cucharadas de azúcar
  • 50 ml de brandy
  • cacao puro en polvo 

Lo primero  que tenemos que preparar en esta receta es la crema porque tiene que reposar un mínimo de 6 horas. Yo la hice la noche anterior y monté el postre por la mañana.


  1. En un bol con agua ponemos las hojas de gelatina.
  2. En un cazo al fuego mezclamos con las varillas la nata, las yemas y el azúcar y lo llevamos al punto de ebullición sin parar de batir. Apartamos del fuego cuando veamos que va a romper a hervir.
  3. Añadimos el queso mascarpone y las hojas de gelatina y batimos bien para que se mezcle y quede una crema homogénea.
  4. Pasamos la crema a un tupper y lo dejamos en la nevera que repose las 6 horas mínimo.
Una vez pasen las hora de reposo vamos a seguir con el postre.

Lo siguiente que os contaré es que podéis hacer el bizcocho con los ingredientes que os doy o usar bizcochos tipo soletilla (esos que son planos y blanditos) si no queréis complicaros. A ver, si lo haces todo tu, más casero será pero para empezar a soltarse en esto de la repostería no está mal y así os ahorráis un paso.
En el caso que decidáis hacerlo, es el básico que se hace de la siguiente manera:
  1. Precalentar el horno a 180º con calor arriba y abajo.
  2. Batir hasta que espumen los huevos con el azúcar y la vanilla.
  3. Añadir la harina y la pizca de sal con movimientos envolventes.
  4. Poner esta mezcla en la bandeja del horno encima de un papel de hornear.
  5. Hornear 10 minutos ya que es un bizcocho finito, lo que se llama una plancha que se usa para brazos de gitano por ejemplo.
  6. Dejamos enfríar y hacemos círculos del tamaño que necesitemos o si lo vamos a hacer en una fuente pues cortamos según nuestra necesidad.
  7. Mezclamos en un bol el café, el azúcar y el brandy. 
  8. Sacamos la crema que tenemos reposando en la nevera y en un bol amplio tenemos que montarla con unas varillas eléctricas. Al llevar nata cogerá mucho cuerpo que es lo que necesitamos. Reservamos.
Con todo ya listo comenzamos a montar el postre.
  1. Ponemos en el fondo una capa de bizcocho (o soletillas) y la empapamos en café.
  2. Ahora una capa de crema y luego otra de bizcocho empapado y... hasta que acabemos dependiendo de cuantas capas queramos poner.
  3. decoramos con un poco de cacao en polvo y reservamos en la nevera hasta el momento de consumir.
 Con estas cantidades a mí me han salido 6 vasitos (de chato) y podrían haber sido dos capas de cada en una fuente mediana, como para unos 6-8 comensales en ración discreta si son 8.

El bizcocho tiene que estar bien mojado de café para que resulte agradable y no seco al comerlo.

Espero que os guste y que lo hagáis y me contéis.

sábado, 11 de abril de 2015

Plum Cake de avellanas y galletas



Hola todos!!

Hoy os traigo una receta que hago mucho ya que en casa los frutos secos nos gustan a todos, ya sean nueces, avellanas, almendras o pistachos, en versión salada o dulce... 
Es del libro de Repostería de Thermomix pero, se puede hacer con la simple ayuda de una picadora pequeña y una batidora tradicional.


Vamos con los ingredientes:

  • 200 gr de avellanas tostadas
  • 100 gr de galletas María (viene a ser medio rulo)
  • 100 gr de harina
  • 200 gr de azúcar
  • 200 gr de mantequilla a temperatura ambiente (es decir, unas horas fuera de la nevera, nada de derretirla en el microondas que no es lo mismo)
  • 4 huevos
  • 1 cucharada de levadura 
  • 1 pizca de sal
  • 100 ml de ron, brandy, cognac...


  1. En primer lugar ponemos a calentar el horno a 180º y preparamos el molde engrasándolo con mantequilla o forrándolo con papel de horno.
  2. Trituramos en la picadora o robot las avellanas y reservamos.
  3. Trituramos las galletas y las añadimos a las avellanas reservadas incorporando también la harina, la levadura y la pizca de sal. Reservamos.
  4. En un bol amplio batimos (bien a mano o bien con varilla eléctrica si tenemos) la mantequilla con el azúcar hasta que tengamos una mezcla cremosa.
  5. Añadimos los huevos, de uno en uno batiendo entre ellos un poco para que se vayan integrando.
  6. Cuando tengamos una mezlca homogénea le iremos añadiendo a cucharadas la mezcla de harina, avellanas y galletas y el licor.
  7. Pasamos al molde que tenemos preparado y horneamos unos 45-50 minutos, no abriendo el horno nunca antes de la media hora para que no se baje.
  8. Cuando acabe de hornearse lo dejamos dentro del horno con la puerta abierta unos minutos y luego ya lo sacamos y dejamos enfríar.
Este es un queque muy aromático por las avellanas y el licor que seguro que os gustará.  Se coserva muy bien un par de días en una bolsa o lata, para que no le de el aire y es una maravilla con el café de la mañana o el de la tarde.

Si no tenéis molde de plum cake (alargado) podéis hacerlo igualmente en el que tengáis redondo, que suelen ser los más habituales, la única diferencia es que necesitará menos tiempo de horneado si es grande (24-26 cm.) ya que será menos alto.
En cualquier caso recordad que no debemos abrir el horno antes de los 2/3 del tiempo, generalmente, para este tipo de preparaciones unos 20 minutos.
Luego, con solo pinchar con una brocheta o cuchillo fino podremos comprobar si está hecho por dentro.

Espero que os animéis a probarlo y me digáis que tal!


jueves, 9 de abril de 2015

Albóndigas con tomate






Hoy os traigo otra de esas recetas que son básicas en casa, fáciles y apetitosas.
Se trata de unas albóndigas de mezcla de ternera y cerdo (70-30 %) pero que podéis hacer de cualquiera de las dos carnes solas o de pollo, conejo... la carne que más os guste, la que tengáis a mano...
La receta la he sacado de la web Velocidad Cuchara solo que yo la he preparado toda al fuego (entre otras cosas porque tenía en la thermo otra cosita!) y lo que me gustó mucho fue la idea de añadirle a la carne la leche y el vino, le da una jugosidad y un sabor espectaculares. He cambiado algunas cosas para adaptarla a mi gusto y espero que a vosotros también os parezca deliciosa.


¡Tenía que estrenar unas preciosas piezas de loza regalo de mi querida hermana y que mejor que con una receta colorida como esta!

Vamos con los ingredientes (para 4/5 personas):


  •  500 gr de carne picada
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de leche
  • 1 cucharada de vino blanco
  • 1 cucharada de pan rallado
  • 1 diente de ajo muy picadito
  • 1 cebolla grande
  • 1 lata de tomates enteros y pelados de las grandes (800 gr)
  • aceite de oliva V.E.
  • sal
  • perejil picado (un par de ramitas bastarán)
  • harina para rebozar las albóndigas



  1. En primer lugar vamos a juntar en un bol el huevo, la leche, el vino, el pan rallado y el ajo picadito, lo batimos un poco con un tenedor y lo echamos sobre la carne mezclándolo bien (mejor con las manos) para que la carne coja bien todo el sabor.  Dejaremos que repose unos 15 minutos y luego formaremos las albóndigas y las pasaremos por harina.
  2. En un sartén ponemos aceite de oliva V.E. y la llevamos al fuego. Vamos friendo un poco las albóndigas, no mucho ya que luego las pondremos a hervir con la salsa. Una vez fritas las vamos dejando en una cazuela baja.
  3. Cuando acabemos de freirlas empezaremos a preparar la salsa.
  4.  Picamos la cebolla al gusto, pequeñita si como yo tenéis peques o no os gusta encontrarla (incluso después podemos triturarla) o grande, y la ponemos a pochar en la sartén a fuego medio con tres cucharadas del aceite de freir las albóndigas.
  5. Sacamos los tomates de la lata, los escurrimos un poco y los troceamos en un plato.
  6. Una vez la cebolla se haya puesto transparente añadimos los tomates y a fuego medio-bajo dejamos cocinar al menos 30 minutos para que se haga bien.
  7. Acabado el tiempo añadimos esta salsa a la cazuela en la que teníamos reservadas las albóndigas, espolvoreamos con un poco de perejil picado y dejamos que hiervan a fuego suave 15 minutos.


    Como os comentaba antes, si no os gusta encontraros trocitos, antes de pasarla a la cazuela podemos triturar con una batidora o robot y después darle el hervor con las albóndigas.

    Es una receta que congela muy bien si os sobra y saca de un apuro porque no pierde nada de sabor, os lo aseguro. 

    Yo con esta cantidad hago unas 40 albóndigas pequeñas, de las que se comen de dos bocaditos, para que calculéis si sois menos en casa o más y queréis hacer más cantidad. 

jueves, 2 de abril de 2015

Torrijas




Estamos en Semana Santa, una época en la que en muchos lugares de España se hacen torrijas. Es un postre o merienda dulce y delicioso que gusta a casi todos ya que sus ingredientes son sencillos y populares: pan, leche, huevos y canela. 

Aguantan varios días en la nevera sin problema en un recipiente tapado aunque para consumirlas es mejor que estén a temperatura ambiente o incluso con un golpe de calor en el microondas para que se aprecie mejor la textura del pan.

Yo las preparo como vi siempre a mi abuela hacerlo en su pequeña cocina del barrio de Usera y hoy, compartiéndolas aquí, espero que sea un homenaje a ella que tanto le gustan.


Necesitaremos,

Pan del día anterior (¡pan del bueno por favor!) cortado en rebanadas de un dedo de grosor (tiene más consistencia)
Leche
La piel de un limón
Una rama de canela
Huevos
Azúcar
Miel
Canela en polvo
Aceite de oliva suave para freir 


Lo primero que tenemos que hacer es hervir leche con la piel del limón y la ramita de canela. Yo siempre hago un litro de leche y con eso podremos ensopar aproximadamente unas 14-16 torrijas. Así que calculad que pan queréis hacer y preparad la leche. Igualmente si sobra leche la podéis dejar enfriar y disfrutarla en cualquier momento. Una vez esté hecha la dejamos tibiar.

Preparamos una fuente honda con la leche, otra con los huevos batidos  y un plato con unas servilletas para escurrir un poco las torrijas una vez fritas, ponemos una sartén al fuego con bastante aceite  y empezamos.

En la fuente con la leche vamos introduciendo las rebanadas de pan y dejando que se empapen bien, una vez estén bien ensopadas las pasamos por huevo y las freimos en el aceite bien caliente aunque no debe humear para que no se nos quemen. Dejamos que se dore por los dos lados y sacamos al plato reservado unos minutos antes de ponerlas en su fuente definitiva.

Después de fritas las torrijas hay versiones distintas de lo que se puede hacer. Hay quien las espolvorea con azúcar, canela o quien les pone miel.

Yo particularmente hago una mezcla de todo ello. Primero les echo un poco de miel rebajada con un poco de agua y después las espolvoreo con una mezlca a partes iguales de azúcar y canela.

Las torrijas están de vicio recíen fritas y también reposadas... si es que podéis esperar!!!!

Como curiosidad os contaré que las hago con leche sin lactosa y que en alguna ocasión también las he preparado con leche de soja ya que en casa tenemos un intolerante que además !!es muy goloso!!! Quedan igual de ricas y nadie nota diferencia alguna con respecto a las preparadas con leche de vaca entera.

Feliz Semana Santa a todos.