lunes, 27 de julio de 2015

Ensalada alemana








Vuelvo con otra entrada fresquita, aunque no dulce, sino salada. Un entrante, un primer plato o una guarnición que nos solucionará seguro más de un almuerzo de verano.

Mi primer encuentro con esta ensalada fue a través de mi cuñada Laura, que la hace a menudo cuando le han quedado unas papas cocidas (sancochadas como decimos en Canarias) para así aprovecharlas, de modo que lo podemos poner también como recurso para no tirar nada, cosa que viene siempre bien, y en estos tiempos, más aún, no creéis?

Necesitaremos, para unas cuatro personas:

  • 4 patatas hermosas
  • 4 salchichas tipo Frankfurt
  • 1 cebolleta
  • 1 rama de perejil
  • 5 cucharadas de mayonesa
  • 1 cucharadita de mostaza de Dijon

Vamos con la preparación:

  1. En primer lugar tenemos que cocer las patatas, peladas y bien lavadas, en abundante agua con sal.
  2. Una vez hecho esto, las dejamos enfriar un poco para no quemarnos y las vamos troceando y pasando a una fuente o ensaladera amplia.
  3. Picamos la cebolleta, el perejil, las salchichas y lo ponemos sobre las papas.
  4. Mezclamos en un bol la mayonesa con una cucharadita de mostaza (más si nos gusta que resalte el sabor de esta última) y lo vertemos sobre la ensalada mezclando bien para que la mayonesa quede repartida por todos lados.
  5. Tapamos con film transparente y llevamos a la nevera hasta el momento de servir.

En algunos sitios he visto que también le ponen pepinillos en vinagre, seguro que le dan un toque excelente pero yo no lo he probado.



Espero que os haya gustado esta idea, nos vemos pronto!!

viernes, 24 de julio de 2015

Tarta tres chocolates









¡He vuelto!

Después de unas semanas de vacaciones de placer y otras forzosas (he estado pachucha unos días, debe ser de tanto relax ;) vengo para traeros una tarta muy para esta época, fresquita, para todos los públicos y sencilla en sus ingredientes y preparación.

Seguro que todos la conocéis e incluso la habéis probado así que ahora os animo además a que la preparéis.

En esta ocasión la he hecho en mi lugar de vacaciones, en el pueblo, sin máquinas de ningún tipo, sin utensilios raros, sin báscula siquiera, y ha salido tan estupenda como siempre!

Como os decía al principio es una tarta muy fresquita, que no se hace nada pesada, lo que la hace ideal para esta temporada de calor, para postre o merienda, para celebrar algo como un cumpleaños, un aniversario, o que nos hace mucha ilusión juntarnos con la familia a la que hace tiempo que no vemos, como es mi caso.


Vamos con los ingredientes,


Para la base:

  • 1 rulo de galletas tipo María
  • 80 gr de mantequilla o margarina derretida
Para las cremas de chocolate, por cada capa:
  • 200 ml de nata líquida 35% M.G.
  • 200 ml de leche entera 
  • 200 gr de chocolate (negro, con leche y blanco)
  • 1 sobre de cuajada
Un molde desmontable de 22-24 cm de diámetro



Preparación:

  1. Para empezar trituramos las galletas hasta convertirlas en polvo y las ponemos en la base del molde que vamos a utilizar.
  2. Derretimos la mantequilla, la vamos echando sobre la galleta y presionamos con una espátula o cuchara hasta que formemos la base de la tarta. Reservamos en el congelador mientras hacemos el resto.
  3. En un cazo a fuego medio vertemos la nata, la mitad de la leche (a ojo) y el chocolate negro troceado. Removemos un poco.
  4. En un vasito y con el resto de la leche disolvemos bien el sobre de cuajada sin que queden grumos.
  5. Cuando el chocolate se haya disuelto en el cazo que tenemos al fuego añadimos la leche con la cuajada y mezclamos bien si podemos con unas varillas mientras esperamos que llegue al punto de ebullición sin dejar de remover para que no se pegue. Cuando rompa a hervir lo dejamos un par de minutos, removiendo siempre y apartamos del fuego.
  6. Vertemos esta mezcla sobre la base de galleta con cuidado y metemos a la nevera  para que empiece a cuajar mientras preparamos la siguiente capa.
  7. Repetimos los pasos 3, 4 y 5 con los otros dos chocolates, el con leche y el blanco.
  8. Cuando vayamos a echar la segunda capa nos cercioraremos de que la anterior esté algo cuajada, por lo general el tiempo de nevera que lleva entre que limpiamos los utensilios y preparamos la siguiente mezcla es más que suficiente,  y además lo haremos con mucho cuidado, poco a poco, con un cucharón de servir sopa, por ejemplo, para que el peso del nuevo líquido no rompa la anterior y así queden perfectamente separadas las tres capas dándole ese aspecto tan definido.
  9. Una vez  acabada la dejaremos en la nevera, mejor de un día para otro, para que quede bien cuajada y la podamos disfrutar en todo su esplendor.
  10. Cuando vayamos a servirla la decoramos un poco, como véis, en mi caso apenas la he decorado con una onza de chocolate negro que reservé y que he rallado (ya os lo he dicho, estoy en el pueblo y los medios son los que son jajaja).
 
Como siempre, espero que os guste la receta, que os animéis a prepararla y que compartáis, si queréis, cualquier duda o comentario!!

Hasta la próxima receta! 

viernes, 3 de julio de 2015

Red Velvet cupcakes



Hoy os traigo algo para ocasiones especiales, que todos necesitamos de vez en cuando darnos un capricho, o hacer un regalo especial para alguien y si es en forma de dulce para acompañar un buen rato, mejor que mejor.

Los he preparado para mi madre y sus amigas y les han encantado por lo jugoso que queda el bizcocho y el toque fresco que le da la crema de queso.

Son los llamados Red Velvet, una preparación con sabor a cacao pero que al llevar un colorante rojo (no os asustéis, es muy poca cantidad) quedan de un color tan intenso y aterciopelado que parece que saben aún más!

La receta es de Alma Obregón (una página para volverse loca).

Necesitaremos:
Para unos 10 cupcakes
  • 60 ml de aceite de oliva suave
  • 160 gr de azúcar
  • 1 huevo
  • 1 cucharada rasa de cacao puro en polvo (yo uso el de la marca Valor, en lata, lo podéis encontrar en todos los supermercados)
  • 1/2 cucharadita de colorante rojo en pasta (no líquido, haría falta mucha cantidad)
  • 1 y 1/2 cucharaditas de vainilla
  • 125 ml de leche
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • 150 gr de harina
  • 1/2 cucharadita de bicarbonato 
  • 1cucharada de vinagre blanco
Empezamos con la preparación:
  1. En primer lugar como siempre recomiendo lo preparamos todo, así lo tendremos cerca cuando lo necesitemos incorporar. Pesamos los ingredientes y los vamos poniendo en tacitas, vasos o lo que tengamos en casa. Encendemos el horno a 170º y ponemos los papelitos de las cupcakes en los moldes. Mezclamos la leche con el zumo de limón, lo dejamos mientras continuamos con la receta.
  2. En un bol amplio batimos a mano con las varillas el aceite con el azúcar.
  3. Incorporamos el huevo y la vainilla y mezclamos bien.
  4. Tamizamos sobre esta mezcla la mitad de la harina y la mitad del cacao (a ojo, no es necesario que sea matemáticamente exacto, ponemos en el colador y lo vamos dejando caer, para que la harina no tenga grumos).
  5. Añadimos la leche con el limón, que tendrá aspecto como "cortado", es lo que queremos.
  6. Seguimos la preparación con lo que nos queda de harina y cacao, de la misma manera, tamizándolo con un colador para que quede fino.
  7. En un vasito mezclamos el vinagre con el bicarbonato, hará espuma y entonces lo añadimos, mezclamos muy bien.
  8. Por último, echamos el colorante rojo y batimos hasta que quede toda la masa del mismo color.
  9. Vertemos esta preparación en los moldes y horneamos unos 20 minutos. Pinchamos con un palillo para comprobar que estén hechos y si no dejamos un par de minutos más, con cuidado que unos minutos son mucho en estas masas tan pequeñas.
  10. Sacamos del horno y dejamos en una rejilla a ser posible para que la humedad no moje la parte de abajo.
Una vez que estén fríos, podemos decorarlos. Para ello necesitaremos:
  • 75 gr de mantequilla a temperatura ambiente 
  • 450 gr de azúcar glass
  • 200 gr de queso de untar, tipo philadelphia
  • un poco de leche (si es necesario)
La preparación es sencilla: 
  1. Batimos bien el azúcar con la mantequilla (esto mejor con un robot o varilla eléctrica).
  2. Añadimos de una sola vez el queso y batimos hasta que sea homogéneo.
  3. Echamos un poco de leche para que suavice un poco si vemos que es muy dura la mezcla.
No conviene batir en exceso o la podemos dejar demasiado líquida, por eso la leche es algo orientativo, depende del queso que usemos, si es más duro o menos. En cualquier caso de necesitar añadir leche os recomiendo hacerlo a cucharadas, de una en una y viendo como va quedando la mezcla.
Y ahora una foto del "mordisco"....


Venga, ya tenéis una recetita dulce para este finde!!