Hoy os traigo algo para ocasiones especiales, que todos necesitamos de vez en cuando darnos un capricho, o hacer un regalo especial para alguien y si es en forma de dulce para acompañar un buen rato, mejor que mejor.
Los he preparado para mi madre y sus amigas y les han encantado por lo jugoso que queda el bizcocho y el toque fresco que le da la crema de queso.
Son los llamados Red Velvet, una preparación con sabor a cacao pero que al llevar un colorante rojo (no os asustéis, es muy poca cantidad) quedan de un color tan intenso y aterciopelado que parece que saben aún más!
La receta es de Alma Obregón (una página para volverse loca).
Necesitaremos:
Para unos 10 cupcakes
- 60 ml de aceite de oliva suave
- 160 gr de azúcar
- 1 huevo
- 1 cucharada rasa de cacao puro en polvo (yo uso el de la marca Valor, en lata, lo podéis encontrar en todos los supermercados)
- 1/2 cucharadita de colorante rojo en pasta (no líquido, haría falta mucha cantidad)
- 1 y 1/2 cucharaditas de vainilla
- 125 ml de leche
- 1 cucharada de zumo de limón
- 150 gr de harina
- 1/2 cucharadita de bicarbonato
- 1cucharada de vinagre blanco
- En primer lugar como siempre recomiendo lo preparamos todo, así lo tendremos cerca cuando lo necesitemos incorporar. Pesamos los ingredientes y los vamos poniendo en tacitas, vasos o lo que tengamos en casa. Encendemos el horno a 170º y ponemos los papelitos de las cupcakes en los moldes. Mezclamos la leche con el zumo de limón, lo dejamos mientras continuamos con la receta.
- En un bol amplio batimos a mano con las varillas el aceite con el azúcar.
- Incorporamos el huevo y la vainilla y mezclamos bien.
- Tamizamos sobre esta mezcla la mitad de la harina y la mitad del cacao (a ojo, no es necesario que sea matemáticamente exacto, ponemos en el colador y lo vamos dejando caer, para que la harina no tenga grumos).
- Añadimos la leche con el limón, que tendrá aspecto como "cortado", es lo que queremos.
- Seguimos la preparación con lo que nos queda de harina y cacao, de la misma manera, tamizándolo con un colador para que quede fino.
- En un vasito mezclamos el vinagre con el bicarbonato, hará espuma y entonces lo añadimos, mezclamos muy bien.
- Por último, echamos el colorante rojo y batimos hasta que quede toda la masa del mismo color.
- Vertemos esta preparación en los moldes y horneamos unos 20 minutos. Pinchamos con un palillo para comprobar que estén hechos y si no dejamos un par de minutos más, con cuidado que unos minutos son mucho en estas masas tan pequeñas.
- Sacamos del horno y dejamos en una rejilla a ser posible para que la humedad no moje la parte de abajo.
- 75 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 450 gr de azúcar glass
- 200 gr de queso de untar, tipo philadelphia
- un poco de leche (si es necesario)
- Batimos bien el azúcar con la mantequilla (esto mejor con un robot o varilla eléctrica).
- Añadimos de una sola vez el queso y batimos hasta que sea homogéneo.
- Echamos un poco de leche para que suavice un poco si vemos que es muy dura la mezcla.
Y ahora una foto del "mordisco"....
Venga, ya tenéis una recetita dulce para este finde!!
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