Salmorejo

LLegan los calores y con ellos las ganas de comer cosas fresquitas ¿verdad? Pues aquí os traigo una de esas recetas facilonas que triunfan seguro por su sencillez de ingredientes y preparación y por lo sabroso del resultado.
Para hacer un buen salmorejo tan solo hay dos cosas imprescindibles, usar tomates de buena calidad y aceite de oliva V.E. Si estos dos ingredientes son buenos, el éxito lo tenéis asegurado.
También es necesario tener una batidora potente y ganas de pasar un buen ratito con ella en la mano...

Necesitamos

• 1 kg de tomates bien maduros (variedad en rama, pera...)
• 1 cucharada de sal
• 2 dientes de ajo ( o 1 si no lo queréis muy fuerte)
• 200 gr de pan de molde sin corteza
• 30 ml de vinagre (unas 2/3 cucharadas soperas)
• 150 ml de aceite de oliva V.E.

Vamos con la preparación:

1. Lavamos y troceamos los tomates en un bol bien amplio o incluso en una cacerola si nos resulta más comodo, intentando no perder nada del líquido que suelten.
2. Añadimos los dientes de ajo y la cucharada de sal y comenzamos a triturar con una batidora de mano.
3. Incorporamos el pan en trozos y el vinagre y continuamos triturando hasta que consigamos homogeneidad en la preparación. Nos puede llevar unos 10 minutos así que paciencia, pero es necesario que quede perfectamente triturado para que la textura sea la ideal.
4. Por último ponemos el aceite en una jarra y lo vamos añadiendo, poco a poco hasta su total incorporación sin dejar de pasar la batidora para que emulsione y le de esa suavidad al salmorejo.
5. Guardar en la nevera y servir bien frío acompañado de virutas o taquitos de jamón (muy chiquititos) y huevo duro picado.

Esta receta está ideal de un día para otro, así que si queréis hacedla por la noche y os aseguráis que esté fresquito a la hora de tomarlo.