Queque de yogur

En Canarias a los bizcochos se les llama queques por castellanización de la palabra cake. Por aquí pasaron los ingleses y no sabéis la de palabras que tenemos adaptadas, algunas de lo más graciosas.
Pues bien, hoy os traigo este simple queque que hago en casa de manera recurrente, primero por sus ingredientes y segundo por lo rápido de su preparación.

Os recomiendo tener siempre los ingredientes preparados, pesados y dispuestos en el orden en el que los vamos a necesitar, ya que nos ayudará mucho al éxito de la preparació. Especialmente cuando nos estamos iniciando en el mundo de la repostería es esencial hacer las cosas sin nervios y os lo aseguro, tenerlo todo a la mano, da mucha tranquilidad.

Yo suelo hacerlo en un molde corona como el de la foto pero lo podéis hacer también en uno de otro tipo que tengáis en casa.

Es el clásico en el que las medidas se toman a partir del vaso del yogur, y de eso resulta un bizcocho 1-2-3-4...

Necesitaremos:

• 1 yogur de limón
• 1 medida de yogur de aceite de girasol
• 2 medidas de yogur de azúcar
• 3 medidas de yogur de harina de trigo 
• 4 huevos
• 1 sobre de levadura química (Royal por ejemplo)
• una pizca de sal, mantequilla y harina para el molde

 Para prepararlo, estos sencillos pasos:

1. Encendemos el horno con calor arriba y abajo a 180º y engrasamos un molde con mantequilla o margarina y lo espolvoreamos con un poco de harina. Reservamos.
2. Preparamos todos los ingredientes, mezclamos la harina con la levadura en el mismo recipiente y separamos las claras de las yemas.
3. En un bol amplio batimos las claras con una pizca de sal hasta que alcancen la consistencia de punto de nieve.
4. Sin dejar de batir, añadimos por este orden, azúcar, yemas y yogur, batiendo unos 30 segundos después de cada ingrediente añadido.
5. Vertemos el aceite poco a poco mientras continuamos para que emulsione.
6. Por ultimo incorporamos la harina con la levadura de una vez y mezclamos con movimientos envolventes.
7. Ponemos la masa en el molde que habíamos preparado y horneamos a 170º unos 30 minutos.

Recordad que los queques y demás masas que deban subir no deben coger frío al menos en los dos primeros tercios del tiempo de cocción así que no abráis el horno antes de los 20 minutos para que no se baje.

Como véis en la foto es un queque muy esponjoso y suave de sabor ideal para el café de desayuno o la merienda.