jueves, 12 de marzo de 2015

Arroz con pollo




Hoy os traigo otro clásico en casa, una de esas comidas que haces de manera recurrente, porque es sana, sencilla, los niños se la comen de maravilla y además está riquísima. Esta receta es de mi padre, a él se la he visto hacer, domingo tras domingo durante años, y soy capaz de hacerla con los ojos cerrados, pero siempre la suya estará más rica para mi!
Hoy le he puesto alcachofas porque hay en el mercado en estos días pero si no las hay, pues no se ponen que no pasa nada.

  • 1/2 cebolla grande
  • 1/2 pimiento (rojo o verde o de los dos)
  • 1/2 pollo troceado no demasiado grande
  • 2 dientes de ajo
  • 2 ramas de perejil
  • 2 alcachofas
  • 300 gr de arroz
  • agua, aceite y sal

  1. Para empezar limpiaremos y partiremos en 4 las alcachofas y para que no se pongan negras las hojas internas, las del corte, las frotaremos con medio limón.
  2. En una cazuela ponemos el fondo de aceite y rehogamos la cebolla y el pimiento troceado al gusto. A mi me gusta poner trozos medianos pero si preferís ponerlos muy chiquititos para apenas notarlo hacedlo así. 
  3. Cuando la cebolla está transparente echaremos los trozos de pollo, con el fuego más bien fuerte, para que se doren por fuera y así sellar la carne y conseguir que quede más tierna tras la cocción. En este tipo de platos es mejor no quitar la piel al pollo ya que esta aporta mucho sabor al plato.
  4. Una vez el pollo está dorado por fuera añadiremos agua a la cazuela siguiendo las indicaciones del fabricante del arroz (normalmente suele ser a razón de 2 medidas de agua por cada una de arroz, pero mejor lo miramos para asegurarnos). 
  5. Ponemos las alcachofas y dejamos que empiece a cocinarse. 
  6. Mientras, haremos un majado en el mortero con el ajo y el perejil al que añadiremos una cucharada de sal y lo echamos en el agua que habrá empezado a hervir. 
  7. Dejamos que se cocine a fuego medio un mínimo de 30 minutos para que la carne quede tierna y las alcachofas se hagan bien. 
  8. Si tenemos tiempo, podemos ponerlo a fuego bajo y dejarlo 1 hora o incluso 2 antes de echar el arroz. Este tipo de guisos, cuanta más cocción lleven más sabor tendrá el plato, pero no siempre hay tiempo así que lo adaptamos a nuestras necesidades.
  9. Una vez pasado el tiempo de cocción que tengamos, añadimos el arroz, meneamos un poco la cazuela para que se reparta bien (nunca, nunca metáis una cuchara o cualquier otro utensilio en un arroz de este tipo pues haréis una pasta al soltar este el almidón) y dejamos que cueza el tiempo indicado por el fabricante del arroz.

En casa cuando quedan unos minutos paramos el fuego y tapamos el arroz con un paño y la tapa y de ese modo se termina de hacer con el calor que queda en la cazuela y no se pasa.

Ya que hablamos de arroz os contaré que no soy muy devota de los arroces "que no se pasan". Tengo la sensación de que saben un poco a plástico, que no cogen los sabores de los ingredientes. Yo uso un arroz de grano largo aunque también podéis usar uno redondo, es de esas cosas que van en el gusto de la persona.

Espero que os animéis a hacerla!

3 comentarios:

  1. A mí que no me quiten el arroz bomba!! Desde luego que con esta receta tiene que estar riquísimo! Me la apunto!!

    ResponderEliminar
  2. Siiii yo también soy mucho de arroz bomba... su sabor, o mejor dicho, como atrapa los sabores del caldo no tiene nada que ver con los arroces vaporizados e insulsos!!!

    ResponderEliminar
  3. Opino lo mismo, donde esté un arroz bomba, que se quite el brillante y similares, yo si se que no vamos a poder comer todos juntos, no hago arroz y listo, yo creo que por eso es plato dominguero ;)

    ResponderEliminar